La receta original lleva lentejas y garbanzos, pero en mi caso usé sólo lentejas. El ingrediente clave es el boniato, ya que le da un sabor dulzón y además se deshace en el guiso, dejando ese caldito naranja más espeso y sabroso. Lo acompañamos de arroz, porque queda muy rico mezclado y porque con el arroz se completan las proteínas de las legumbres (como ya hemos comentado en otra ocasión).
No requiere muchas dotes culinarias, sólo es necesario dedicarle un poco de tiempo a cortar las verduras y listo. Sale muy bueno, y es un sabor diferente a las recetas típicas de guisos, genial para variar y no aburrirnos comiendo lentejas.
Valoración nutricional (por ración, plato llenito)
Energía (kcal)
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486
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Fósforo (mg)
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373
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Hidratos de Carbono (g)
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81
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Potasio (mg)
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989
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Proteínas (g)
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19
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Hierro (µg)
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6,2
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Lípidos (g)
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7
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Ácido fólico (µg)
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138
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Fibra (g)
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14,8
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Vit. A (mg)
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891
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Es un plato completo, ideal para estas fechas que empieza a hacer frío y aprovechar un alimento de temporada como es el boniato. Es rico en hidratos de carbono con bajo índice glucémico y fibra, lo que ayudará a saciarnos y evitar el hambre por más tiempo. Como tiene legumbres y muchas verduras aporta numerosas vitaminas (carotenoides y vitamina A principalmente del boniato, ácido fólico de las lentejas...) y minerales (potasio, fósforo, hierro). En resumen, un plato muuuuuy nutritivo.
NOTA: 5/5