Esto no tiene por qué ser así. Si bien son unas fiestas que principalmente se organizan en torno a una mesa, podemos tomar pequeñas elecciones a lo largo del día que nos ayuden a no ganar peso durante estas celebraciones y a disfrutar igualmente:
- No saltarse comidas. Es habitual pensar que si tenemos una cena y vamos a comer mucho, mejor no comer antes o comer sólo un plato de verduras, así compensamos las calorías de exceso de una comida con otra. Esto es un error, ya que lo único que logramos es llegar con un hambre incontrolable a la cena en cuestión, donde probablemente las opciones de comida sean de todo menos saludables. Por eso, elige alimentos saludables y saciantes para la comida (verduras, cereales integrales, legumbres, pescados o carnes magras...) y antes de la cena toma una merienda que puede incluir frutas, frutos secos, lácteos...
- Controlar las raciones. No es necesario cocinar para un ejército completo, siempre es mejor medir las cantidades según los comensales. Así evitamos comer de más y que sobre demasiada comida.
- Elige agua. Ya son comidas suficientemente copiosas como para añadirle las calorías que aportan los refrescos, vinos, cervecitas, cubatas... Puedes permitirte una copa para brindar, pero recuerda que cuanto menos alcohol, mejor.
- Evita comer dulces durante todas las vacaciones. Según las grandes superficies, es Navidad desde finales de octubre, fecha en la que empiezan a aparecer los turrones y demás gorderías festivas. Eso no significa que tengas que comerlos habitualmente, y menos a diario. Dejalos sólo para los días señalados, y si se sirven varios diferentes elegí sólo uno (el que más te guste) y disfrutalo.
- Menú más saludable. Procura incluir más vegetales en el menú, elige pescados o carnes magras, opta por postres con fruta fresca... hay muchas ideas deliciosas y más saludables que los típicos platos navideños, sólo hay que animarse y ponerse a cocinar.
- Escucha a tu cuerpo. Este paso es complicado, pero hay que hacer un esfuerzo y escuchar las señales que nos manda nuestro cuerpo para no seguir comiendo cuando ya no tenemos más hambre. Un truco es comer despacio, siendo conscientes de lo que nos llevamos a la boca. No pienses que es tu única oportunidad de comer esos alimentos, porque así comerás más de lo que necesitas sólo por placer.
- Movimiento. Sea invierno o verano, vacaciones o época laboral, la cuestión es moverse. Mantenerse activo (salir a caminar, seguir con la rutina de entrenamiento...) es fundamental para no ganar peso en estas fechas.
- Disfruta de la compañía. Navidad es un momento de reencuentros familiares, de celebraciones, de descanso... aprovecha el tiempo para hacer cosas con tus seres queridos, para leer, para hacer todo aquello que en otras fechas no se puede. No te obsesiones con la comida. Al final, Navidad son sólo 15 días. Si llevamos una alimentación saludable durante todo el año, este tiempo no es nada. Y si no lo haces, tal vez es momento de empezar a cambiar los hábitos y no de preocuparse sólo por estas dos semanas, ¿no te parece?