jueves, 8 de septiembre de 2016

Tarta o quiche de puerro: el secreto de la masa

Soy muy fan de las tartas saladas. Es un plato muy versátil, admite infinidad de rellenos, es cómodo para llevar cuando tenemos que comer fuera y están riquísimas.

Cuando queremos hacerlas en casa, lo primero que pensamos es en comprar la masa. Las venden en el supermercado ya listas para usar, sólo tenemos que abrir el paquete y ponerlas en un molde. Error. Estas masas que compramos no son la opción más saludable: usan harinas refinadas y grasas hidrogenadas (generalmente de palma) que no aportan nada bueno. Por eso es mucho más conveniente hacer la masa en casa. No se tarda más de 10 minutos y podemos controlar los ingredientes que utilizamos.

La masa que les propongo hoy está hecha con una mezcla de diferentes cereales: harina integral de trigo, harina de espelta (también integral) y avena. Al utilizar las versiones integrales de estos cereales estamos incorporando muchísima fibra insoluble a nuestra dieta, que viene genial para saciarnos más y para facilitar el tránsito intestinal. Además, reducimos la cantidad de grasa y, lo más importante, utilizamos grasas de calidad (aceite de oliva virgen extra).



Ingredientes de la masa:

- Media taza de harina integral de trigo
- Media taza de harina integral de espelta
- Media taza de avena
- 1 huevo
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Agua (c/n)
- Sal y pimienta

Ingredientes para el relleno de puerro:
- 2 puerros grandes
- Aceite de oliva
- 1 huevo
- 50 ml de leche evaporada (o nata para cocinar)
- 2 cucharadas de queso rallado
- Sal, pimienta y nuez moscada

Elaboración:

Primero lavamos y cortamos los puerros, y los salteamos con un poco de aceite en una sartén, a fuego medio. Condimentamos con sal y pimienta y reservamos.

Para la masa, ponemos todos los ingredientes secos en un bol/cuenco. Hacemos un hueco en el centro y añadimos el huevo, el aceite y un poco de agua. Mezclamos con una cuchara y vamos añadiendo más agua si es necesario. Cuando se forme una masa consistente y ya no se puede mezclar más con la cuchara, es hora de meter mano: amasamos hasta obtener una masa homogénea.

Enharinamos una superficie y estiramos con un rodillo hasta que tenga el tamaño o el grosos deseado.
Colocamos la masa en un molde o bandeja para horno que podemos untar con unas gotitas de aceite o ponerle papel de horno para que no se pegue. Yo usé un spray de aceite para cocinar, que son muy prácticos para este tipo de cosas.

Ponemos nuestro puerro salteado sobre la masa (la hemos dejado cruda, en este caso hemos optado por cocinar todo junto, de forma que ahorramos tiempo).

En un bol batimos el huevo, con la leche evaporada y el queso rallado y lo condimentamos con un poquito de nuez moscada. Tiramos esta mezcla sobre el puerro.

Introducimos en horno precalentado, temperatura media-alta (unos 180ºC) unos 20-30 minutos, hasta que quede doradita la parte superior.



Se puede comer fría o caliente, y acompañada de una buena ensalada es una comida muy completa.

Como ya dije, hay millones posibilidades de rellenos. Aprovechen lo que tengan en casa y ¡anímense a cocinar!



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